Despiden a Nora Cortiñas en Morón
Los restos de la emblemática Madre de Plaza de Mayo son velados en la Casa de la Memoria

Nora Cortiñas, una de las emblemáticas Madres de Plaza de Mayo y vecina de Castelar, falleció el jueves a los 94 años. Desde 1977, en plena dictadura cívico-militar, Cortiñas dedicó su vida a la búsqueda de su hijo Gustavo, desaparecido durante el régimen.
El Municipio de Morón anunció que este viernes, entre las 09:00 y las 19:00 horas, se realizará una despedida para Nora en la Casa de la Memoria y la Vida, ubicada en el Predio Quinta Seré, en Santa María de Oro y Blas Parera, Castelar. En un comunicado, expresaron: "Con Norita nos une un sentimiento profundo de orgullo y emoción por su compromiso y generosidad. Ella fue una destacada activista y defensora de los derechos humanos, quien desde el secuestro y la desaparición de su hijo Carlos Gustavo Cortiñas en 1977, por parte de la última dictadura cívico-militar, ha sido una voz incansable en la lucha por la verdad y la justicia, exigiendo que se esclarezca el destino de los desaparecidos y se castigue a los culpables".
Nora Cortiñas, nacida el 22 de marzo de 1930, fue psicóloga social y profesora en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, donde fue titular de la cátedra "Poder Económico y Derechos Humanos". Las autoridades de Morón la recordaron con gratitud: "Su vida fue, es y será un faro que nos renueva todos los días el compromiso y la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Gracias, Norita, por tu lucha, tu valentía, tu dedicación y tu amor incondicional".
La historia de Cortiñas se entrelaza con la tragedia que sufrió el 15 de abril de 1977, cuando su hijo Gustavo fue secuestrado en la estación de trenes de Castelar a los 24 años. Gustavo, casado con Ana y padre de Damián, desapareció sin dejar rastro, lo que llevó a Nora a buscar incansablemente respuestas. Se acercó a organizaciones como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Un mes después de la desaparición de su hijo, Nora se unió a las Madres de Plaza de Mayo, convirtiéndose en cofundadora de este movimiento que lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
El legado de Nora Cortiñas perdurará como símbolo de lucha y resistencia frente a las injusticias. Su dedicación incansable a la defensa de los derechos humanos y su búsqueda de justicia continúan inspirando a las nuevas generaciones.